Paseando [Libre]

Llevaba varios dias dando vueltas por ahi... ¡Era hora de ver lo que habia aqui!
El parque era lo que más llamaba mi atencion. Me gustaba estar al aire libre, la calidez, la tranquilidad... las flores.
Me tumbe cerca de un arbol.

Suspiré.
¿Cúando llegarían los nuevos Pets?
¿Cuando me alquilarían? Quería salir de aqui un poco...

Al menos este lugar era mas tranquilo que mi anterior lugar.

Comencé a explorar más a fondo el curioso lugar en el que me había metido. Seguía pareciendome raro que una tienda de pets tuviera este aspecto tan extraño.
¿Un parque? Definitivamente este lugar quería aparentar lo que no era.
Me acerqué a la entrada y miré asomando la cabeza. Parecía la puerta hacia un mundo paralelo.
Salí de un salto riendo de mis propias ideas y comencé a caminar sin rumbo, cuando logré divisar a un chico de cabello rubio tumbado cerca de un arbol. Volví a reir por lo bajo y me acerqué silenciosamente por sus espaldas, agachandome lo suficiente para que nustras miradas se cruzaran.
-Holaa~~ - dije con un corto canto sonriéndole como de costumbre lo hacía.

Después de estar un rato allí, apoyado y dejando que el aire acariciara mi cara y moviera mis cabellos, aparecieron unos ojos azulados cerca de los míos.
¿Quién sería aquel niño?
¿Quizás un nuevo pet?
Sonreí al verle saludarme tan alegremente. Llevaba ropa cara... no. No creía en ese momento que fuera Pet, pero tampoco tenia pinta de amo.
Los amos solian ser adultos, altos y grandes.

-Hola! Encantado de ver gente nuevo por aqui.-Dijo sentandome mejor y sonriendo al nuevo.-Me llamo Dino, encantado.-

- Mi nombre es Alois - me presenté por cortesía mostrando una sonrisa- ¿interrumpí tu siesta? - le pregunté divertido por aquello mientras me acercaba para sentarme a su lado, apoyando las manos en el cesped y mirando al cielo.
-Este lugar si que es extraño, ¿no lo crees?... Me recuerda a un libro... - comencé a hablar más conmigo mismo que con él, casi relatandole todo lo que se pasaba por mi cabeza en ese momento. Divagando de la forma en la que sólo yo podía hacerlo - Alicia... Alicia en el país de las maravillas. Muestran un reino de fantasía, alegre y alocado que en realidad es gobernado por una reina que tiene como pasatiempo decapitar a sus subditos... - sonreí de forma irónica mirando los muros que rodeaban el parque mientras que las camaras en las esquinas filmaban todo lo que haciamos; siempre preparadas para delatar a cualquiera que quiera escapar - Ya me crucé a la reina... algo descortés e hipócrita, pero cordial y amable cuando necesita serlo... - reí por lo bajo recordando aquel encuentro con Soul y la forma en la que cambió su actitud de un momento a otro con sólo decir las palabras correctas - Tú debes ser el gato de la gran sonrisa, siempre feliz sin importar las circunstancias... - dije señalando todo el "encierro" a nuestro alrededor para luego dirigirle una mirada penetrante e inclinarme más hacia él - ¿Y quién es el conejo blanco?... El más leal a la reina... - pregunté curioso mirándolo con intriga.

-Encantado.-Dije de nuevo moviendo la cabeza a mi compañero y sentandome mejor.-No, tranquilo, no dormía.-Sentía algo de sueño pero no queria uan siesta ahora.
El chaval comenzo a hablar y hablar, Dino casi no podía articular palabra. Asentía y escuchaba al rubio. Observó como reía, sus ojos, se rápidos labios.

Me hizo gracia que hablara de todo como si esto fuera "Alicia en el pais de las maravillas".
-Ni idea de quien será... yo no puedo ser el gato. Sonrío pero no desaparezco...-Reí bastante con la idea aquella. Entonces,no se porqué, me fije en aquel chico y lo coqueto que resultaba ser.

Él o se creía la reina o Alicia. Eso estaba claro.

Reí con su acotación sobre el gato, y me mostré más interesado en escucharlo a él y menos a mi mismo.
-Entonces dime... ¿qué papel cumples tú en esta historia? - ya hacía tiempo que había estado enloqueciéndolo con mis ideas fantasiosas, era momento de que él se una a mi locura.
Sin embargo, la duda aún me carcomía por dentro. Quería saber quién era el conejo blanco, asi que apenas terminara le preguntaría con más dedicación.

Miré hacia el cielo pensativo. Le miré y le sonreí ampliamente.
-A saber.... Puedo ser incluso el conejo blanco, el gato... puedo ser muchas cosas o ninguna. Quizas estoy aquí porque si o porque cumplo alguna funcion. ¿Tú que crees?-
Mientras hablaba me ponía tumbado como aquel gato de la película.
Era un poco como "rolear" pero me divertia mucho.

-¿Y quien eres tú?- Dije mirandole boca abajo ahora, sin perder el humor.

Escuché sus palabras, tan misteriosas y extravagantes, riendome por lo bajo de la posición que había adoptado ahora.
- Tú definitivamente eres el gato... - le dije riendo ahora de forma más libre tumbandome boca arriba, mirándo el cielo. Lo único que desde ese lugar parecía hacerte sentir libre.
Escuché su pregunta y pensé por unos momentos la respuesta.
- Yo creo que soy Alicia... vengo de fuera de este "mundo" tan extraño, conocí al gato sonriente, por suerte la reina Soul no quiso cortar mi cabeza fui más inteligente esta vez - reí mirándolo al inclinar mi cabeza a un lado- y busco al conejo blanco... Por cierto, ¿sabes dónde está? Es alguien muy cercano a la reina, leal, o al menos eso aparenta... Creo que fui el conejo blanco una vez, por eso lo se.

Ladeé la cabeza mientras me hablaba de ese "conejo blanco". En mi interior se apareció la imagen de Kadaj.
Era leal a Soul y muy cercano a él. ¿Pero que querría este chico de Kadaj?
Eso me daba miedo...

Para mi, desd emi condicion de adulto, pensaba que debia proteger a alguien tan aparentemente debil como Kadaj.

-¿Qué quieres con ese... conejito blanco? ¿Para qué le persigues? Nunca entenderé esa parte de la historia~ - dije haciendome un poco el loco y para sacarle informacion.

Le sonreí al ver que había entrado en mi locura como si se tratara de un juego de imaginación.
- Quiero preguntarle al conejo que hora marca su reloj...- dije sin borrar mi sonrisa, cambiándola a una expresión algo tétrica - quiero saber si marca la hora en la que la reina y el van a estar juntos o la hora en la que él podrá asesinarla... - me volví a recostar en el cesped a mirar el cielo - No hay reinas buenas en esta historia... seguramente la reina alguna vez lastimó al conejo. Siempre hay un paso de diferencia, lealtad y traición, amor y odio. Sólo quiero saber de que lado se encuentran las agujas.- estiré los brazos acariciando el cesped y cerrando los ojos me quedé en silencio por un tiempo.
-¿Sabes quién es? - pregunté al fin dirigiendo mi mirada a Dino.

-No conozco a nadie que quiera matar a la reina...-Dije más para mi mismo que para el rubio.
¿Kadaj haciendo algo malo a Bryan? Imposible. Eso no pasaría nunca.
Este crío quizas quería quitar a kadaj de en medio y quedarse con Bryan... pero lucía pintas de Amo. ¿Para que lo quería entonces?
Tantas dudas y no sabia que decirle ya...

-Nadie quiere herir a la Reina aquí. Quizás no conozco realmente al conejito ese~. Igualmente, ten cuidado Alicia. Los sueños pueden acabar siendo horribles pesadillas.- Dije con la voz mas tenebrosa y gatuna posible.

Reí con su acotación sobre cuidarme y me reincorporé para ponerme de pie.
-Es una lastima que no conozcas al conejo... tendré que buscarlo entonces... - sonreí y me di media vuelta para irme, pero me volví hacia hacia Dino con curiosidad.
-¿Conoces bien a la reina? - le pregunté tomándome de las manos y jugando con mis dedos mientras esperaba la respuesta.

Abrí mis ojos de golpe. Aquel chico, a pesar de su aparente edad, no parecia nada tonto.
-La verdad que no demasiado... me gustaría conocerla mas pero por ahora no...-
Le miré durante unos segundos en los que hubo silencio y una duda asoltó mi mente por la curiosidad que siempre me caracterizaba.

-¿Para que quieres ver a la Reina exactamente...Alicia?- Sonreí de lado, por el "nombre".

Reí entre dientes por su pregunta.
- La reina está preocupada ahora... creo que le dí a entender que el conejo blanco lo traicionaría. Quiero saber más de la reina Soul para asegurarme que no dañe a un conejo inocente.
Di unos pasos hacia atrás jugando como de costumbre mientras sonreía, aquel gato sonriente me divertía, era muy entretenido jugar con él.

Finalmente lo había encontrado. Puse mis manos sobre sus hombros mientras caminaba hacia atrás, deteniendo su paso.
- Con que estabas aquí... - le dije a Alois moviéndolo para volteé a verme - ¿Qué te hizo pensar que podrías escapar?
Después de tanta busqueda por todo Pair Soul, lo encontré en el jardín, he de admitir que no había sido sencillo, el chiquillo se escabulló con facilidad.
- Este lugar no es para pasear...

Me levanté de golpe y observé como estaba ahí, a lo lejos ,Bryan. No pude evitar sonreir y no prestar atención a las palabras del rubio.
Lo que mi expresión cambió rápidamente cuando Bryan miró a aquel ser con rabia y le gritó.

Tragué saliva y me acerqué un poco, que no demasiado, a la escena.
¿Porque le trataba así?
Aunque bueno... Bryan era claramente la Reina.
...¿No?

Incliné mi cabeza hacia arriba así descubriendo a quien me tomaba por los hombros, era la reina Soul. Estaba algo sorprendido de que haya conseguido encontrarme y dejé que mi rostro lo demostrara.
Pero para cuando me dio la vuelta y me dirigió aquellas palabras simplemente sonreí divertido sin poder evitar comenzar a reirme a carcajadas. Una risa algo siniestra.
- Me encontraste Soul... - puse ambas manos sobre su rostro, acariciándolo - Vamos, no te enfades... si te hace sentir mejor alquilaré a uno de tus pets.
Solté su rostro y corrí hasta donde se encontraba Dino, parandome frente a él y señalándolo con el dedo.
- Lo quiero a él... - exclame de forma caprichosa y a la vez sonriendo, esperando su reacción.

Sentí las manos del niño sobre mi rostro; definitivamente eran modismos de un pet. ¿Intentaba seducirme o algo así? ¿O era que simplemente le habían quedado esas manias?
Sin notarlo lo dejé escapar de mi agarré cuando me dijo aquello sobre alquilar un pet. Hasta que se puso frente a Dino y me comunicó que lo quería a él.
Me quedé mirándolo como si no me lo creyera y luego miré a Dino.
- ¿Acaso un niño como tú cuenta con dinero para alquilar un pet?

Después de ver como movían sus labios me sorprendí, y más aún al ver como el rubio corría hasta mi con una cara de máxima felicidad y me señalaba para alquilarme.

Me señalé.-¿A....A mi?-No cabía en mi sorpresa. Si, era un joven amo que quería alquilarme. Tragué saliva, la primera persona que me alquilaba.
Igualmente, pensé que solo querría interrogarme sobre Soul y Kadaj y nada más. Por dentro suspiré. No sabría mucho de sexo un niño.

Miré a bryan cuando preguntó aquello y miré al niño. No llevaba ropa nada barata... o eso creía yo.

- ¿De qué hablas? Si traigo dinero... - sacqué unos cuantos billetes de mi bolsillo abanicándome con ellos mientras lo miraba con los ojos entrecerrados - Ni que fuera a aprovecharme de mi belleza para que me haga un descuento...
Le guiñé el ojo sonriendo esperando su respuesta ansioso.
El gato sonriente sabía algo... algo que no quería decirme, y sin importar los metodos, se lo haría decirmelo.

Miré la cantidad de billetes en la mano del niño, y luego miré a Dino. Si este niño había sido la clase de pet que conocía... intentaría llenarle la cabeza con sandeces; lo obligaría a tomar una decisión erronea. Sin embargo, Dino no me parecía un pet fácil de dominar. Era inteligente y por lo que habíamos pasado juntos... no se atrevería a traicionarme, ¿verdad?
Opté por hacer negocios, con la fe ciega en Dino.
- Te costará el triple por haberme hecho buscarte por todo Pair Soul...

La mirada de Bryan no paraba de seguirme.... ¿Que pasaba aquí? Le miré ladeando la cabeza y extrañado.
Al final habló y comprendi, negocios. Aunque no sabría que querría aquel niño. Yo iba a no decir nada. Seguramente querría darme dinero pero no, Bryan me daba una estabilidad mejor que lo que me daría aquel crío.

Pero no pensé mal y negué con la cabeza.
Quizás solo era un capricho de niño chico... si, solo eso, nada más.

Igualmente me preguntaba porque habría dicho lo de "triple" si por esa razón o por... porque eramos amigos.

- ¿El triple? - lo miré un tanto confundido, torciendo el gesto - Vaa, si eres un ambicioso, Soul... quitarle el dinero a un niño. Debería darte verguenza... - me quejé cerrando los ojos para teatralizaar la situación, riéndome en mis interiores; luego tomé al pet de la mano ayudándolo a pararse.
- Pero esta bien, si no hay de otra... - le extendí el dinero dedicándole una sonrisa pretenciosa, pero antes de que pudiera tomarlo, lo coloqué en la parte delantera de su pantalon, aprovechando para tocar su intimidad por sobre la ropa.
- Vamos neko-chan iremos a firmar unos papeles...
Me adelanté hasta la salida del parque para dirigirme a la oficina de Bryan. Conocía muy bien de que iban los alquileres, después de todo... los había vivido.

Hm... al parececr lo había hecho pagar el triple por el pet... buscarlo o perderlo, , en realidad, no me había salido tan mal. Me acerqué a ambos y extendí la mano para tomar el dinero, pero el niño me esquivó, colocándolo en mis pantalones.
"Pets... Siempre serán pets..." Pensé al sentir su mano acariciando mi entrepierna. Pero a decir verdad, a pesar de ser un pet, no era para nada ingenuo. Sabía exactamente lo que tenía que hacer para llamar mi atención.
Era atrevido, desemvuelto, bien hablado, atractivo... pero era tan sólo un niño... Definitivamente la mejor parte.
¿Qué se pensaría hacer con Dino?
Quité el dinero de mi pantalon para echarle un vistazo a la cantidad y luego seguí a los rubios a la oficina, sin poder evitar sonreir fugazmente...

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