¿Escuela? [Libre]

Habían pasado meses desde que llegué y aún no habían comenzado las clases.
Si algo me gustaba, era estar en un clase, odiaba la gente, pero me gustaba aprender y mas en este entorno. ¿Para que negarlo?

Busque la parte de las aulas y me metí a una, los rayos de sol la iluminaban y las mesas estaban muy bien alienadas.
Me senté en una en mirando en dirección a la ventana y dando la espalda a la puerta de la clase.

Tenía demasiadas ganas de empezar. Pero segun rumores, no habia profesores aún.

Entró en pleno silencio, no sin antes hechar un vistazo dentro y comprobar que ya se presentaba un alumno. Le causaba una insana curiosidad.

Sus pasos sonaron ligeros a pesar de su altura, el movimiento de su chaqueta estaba acompasado por estos al igual que su cabello que, gracias al sol parecía ser aún mas morado de lo que realmente era.

Como siempre las vendas adornaban su cuerpo y un parche su ojo derecho. Al llegar a la mesa del profesor se volteó y se apoyó en ella de una manera algo informal cruzando los brazos para dedicarse a mirar con descaro a su "preciado" alumno.

Buenos días. -saludó con una sonrisa indiscreta, era obvio el gusto que sentía por esa instancia, por esta vida.

No se presentó. ¿Para qué? Era el profesor y eso era más que obvio.
Pimero quería una respuesta y una reacción. Sí, le gustaba todo ello sin dudas.

De repente, después de un largo rato de espera, escuché pasos detrás de mi. Me dí media vuelta rápidamente y bajé de la mesa para ver como entraba alguien más.
Hubo un incómodo silencio, pero a medida que ésta persona se iba acercando a la mesa del profesor, yo me sentaba. ...Era el profesor.

Su vestimenta me llamó mucho la atención ya que, llevaba incluso vendas. ¿Habría salido del hospital hace poco? En ese momento mi curiosidad me pudo y no podía evitar observarle.

-Buenos días, profesor.-Me levanté instantáneamente para saludar educadamente como buen japonés y luego me senté de nuevo, junté mis manos y esperé su reacción.

"Así que es un chico educado" -Pensó en silencio aunque a decir verdad no se lo tragaba tan facilmente. Era una de esas corazonadas o quizás su deseo el no querer tener a un chico demaciado bueno como alumno.

-Bien, veo que al parecer eres el único, por ahora.- Se incorporó y volvió a caminar por el salón, esta vez en dirección al chico. Posó una mano en el mentón del otro y le observó, su ojo (el único visible) le estudió con una mirada que parecía mas bien comerselo, al punto que sin querer se lamió los labios, aunque solo fue un corto instante.

-Mi nombre es Mitsuo Eiji, y seré tu profesor de obediencia al amo. Dime ¿Cual es tu nombre? -le soltó el mentón mas no se alejó de su banco, no había para que generar tanta distancia entre ellos si tan solo era un alumno.

Aquello era muy silencioso. Quizás demasiado incluso para mi, que me gustaba el silencio. Pero aquella persona era diferente por alguna razon que no captaba yo bien.

Se dirigió a mi y cuando quise darme cuenta me miraba muy fíjamente y desde arriba. Se relamió lo cual hizo que mis ojos se abrieran de par en par mientras lo hacía y me hablaba. Intimidaba bastante... aunque yo soy un cobarde también.

-Dino Cavallone. Encantado.-Moví la cabeza lo que me permitió su mano en mi mentón.-Si, parece ser que por ahora sólo yo he querido venir...-Solté como comentario, para acabar con ese endiablado silencio.

-Ahahahaha - Se le escapó una carcajada leve, parece que solo el había querido venir? Aquello le causó gracia, quizás alguien ya había difundido algunos rumores suyos que asustaron a los demás alumnos. Quizás no.

Eran tan lindos.

-Eres hermoso crío. -Le comentó con descaro, con su voz ronca pero clara a pesar de tan solo haber sido un susurro, mientras tocaba con el suficiente cuidado el cabello ajeno, tan solo un mechón fino.

-¿Que precio tienes? -Le gustaba saber ese tipo de datos, despues de todo reflejaba mucho del Pet.- Quisiera saber más de ti. No muerdo, perdón, no muy fuerte. Asi que no temas en hablarme más sobre ti. Me gusta conocer a mis alumnos al revés y al derecho. No me gustaría tener que sacarte las cosas...por la fuerza.

Su tono era una mezcla extraña, entre dulce y maniatico, entre sensual y cálido.

Su risa me "despertó". No comprendí a que venía pero... al menos parecía que no se reía de mi. Igualmente, solo pude sonreír muy levemente por inercia. ¿Y donde coño estaban los demás? Odiaba ser el único en una clase... ya de joven lo estuve demasiado como para repetir de adulto.

Su nuevo comentario me hizo esta vez sonrojar un poco. No me decían esas cosas muy a menudo. Le dí las gracias y le sonreí aún. El que me tocaran el cabello así me gustaba... debía admitirlo.-Muy crío no soy, desgraciadamente.-Reí ahora yo.-Tengo 20 años.- Aquel chaval no parecia mucho mas mayor que yo.

-¿Mi precio? Creo que 19...-Agaché la cabeza.-Estoy muy mayor para ser mas "caro". Es algo avergonzante quizás, pero me da igual.- Escuché lo de la fuerza y por una parte sentí que yo también quería saber de ese chico.
-De mi vida poco que contar... es simple. Sin padres, me adoptan, padrastro muere y acabo aquí... Al menos tengo un techo y puedo ganar dinero para lograr una estabilidad... No quiero nada más. Soy muy simple.-Sonreí simplemente como siempre lo hacía, de esas sonrisas calmadas y sin enseñar los dientes.

Bien, en parte era lo que deseaba oír.

- Ah, ¿debería disculparme? suelo tratar de crios a mis alumnos. -Soltó su cabello y deslizo un dedo sutilmente desde su oreja hasta la base de su cuello.- Quizás es tu pelo el que te hace ver menor. - Tenía que admitirlo, era un cabello hermoso, de ser negro posiblemente le despertara uno que otro impulso pero eso.. eso siempre era arreglable, ¿no?.

-19... - Repitió algo pensativo, incorporandose y dejando de manosear al chico (por ahor).- Sí, puede ser que sea tu edad. - Dijo volviendo a su mesa, sentandose sobre ella porque muy pocas veces, a decir verdad, ocupaba una silla y se comportaba como un tradicional maestro de escuela. Mas bien... Nunca.

-O puede ser porque tus habilidades no son buenas. Me pregunto.. ¿Que será?" -su mirada fue provocativa, pero no con el ánimo de ofender.

- Asi que no eres un crio como tal. Bien. Comenzemos la clase. Esto es bastante básico: Yo juego el papel de amo. -De nuevo no pudo evitar lamerse los labios.- Tu obedeces y vamos corrigiendo un par de cosas. - Se quedó pensativo un momento, le gustaba la impaciencia que esto provocaba al parecer en el chico. ¿Qué tenía de malo el silencio?

-Intenta seducirme. -Fue la primera orden, su voz sonó firme pero no fuerte, se mantenía hablando en ese susurro casi embriagador.

Negué la mano lentamente para darle a entender que no hacía falta que se disculpara.- Un fallo lo puede tener cualquiera.- Noté perfectamente sus manos recorriendome. ¿Que estaba haciendo...? ¿Trataba de ligar conmigo? No, era un profesor y no haría otra cosa que ponerme a prueba.
Aún sabiendo eso... me ruboricé un poco.

Toqué mi cabello.-Siempre lo he tenido así y así me gusta.-Saqué la lengua al decir esto. Luego el joven profesor volvió a la mesa y se sentó sobre ella. Me sentía a gusto con aquel, la verdad. Pero cuando lo de la edad no pude evitar suspirar, desgraciadamente, había mucho pedofilo por ahí...

-Mi...¿Mis habilidades?... En realidad... soy nuevo en esto. Estuve en otra tienda pero no hice gran cosa en ella...-Suspiré y miré esa mirada que me provocó un sonrojo. No dije nada al respecto, no sabía que decirle respecto a eso.

Cuando dijo que comenzaba la clase me senté mejor y, apoyando mis manos en mi mentón, le presté toda la atención posible para saber que debía hacer ahora.
Asentí. Debía hacerlo si o si, y debía vencer a mi timidez.
-Le aviso que aunque a pesar de la edad, soy un tonto tímido.-Reí por algo de nerviosismo y me levanté.
Debía seducirle y yo no tenía idea prácticamente te ello...

¿Qué hacer? ¿Qué hacer? ¿Qué hacer?

Cuando me dí cuenta, estaba delante del profesor, pegando mi mirada a la suya y sonrojandome levemente.

Lo miró fijamente, sus ojos oscuros parecieron brillar. Al menos estaba de buen humor y es que el chico a pesar de ser educado no podía definirlo como la clase de chico bueno que odiaba, por el contrario, estaba dentro de un rango que podía tolerar.

-Nuevo o no no importa, o mas bien dicho, a tu amo no le importará. Lo que necesitas es ponerte al nivel de tus compañeros, quizás asi te suban un poco el precio. - le comentó mientras este se acercaba, lo tenía frente a él. En efecto el rubio parecía bastante timido a pesar de la edad. Había que ser idiota para no darse cuenta.

- No me des excusas, no es que por que me menciones eso vaya a ser mas tolerante contigo. -Se inclinó un poco hacia atrás apoyando parte de su peso en sus brazos, en parte dispuesto a ver que podía hacer el chico.

- Intenta relajarte de paso, tu cuerpo se ve tenso. Esta bien que te ruborices, eso podría ser de ayuda pero no quiero que tiembles como una chica. -Le dijo con cierto grado de burla, intentando provocarlo.- De cualquier forma, no deberías hacer esperar a tu amo. ¿Lo sabes, verdad? -No se movió de su puesto, aún tenía la paciencia para esperar, aún tenía el humor y la curiosidad jugandole a favor.

Mientras me hablaba nuevamente se incorporó en la mesa con los brazos de un modo que pensé primordialmente que era muy sexy. Sonreí y asentí a cada palabra porque quería realmente aprender y él sabía que me enseñaría bien.

Al verle ahí tan inclinado hacia atrás y tan provocativo me hizo pensar rápidamente en jugar con él. ¿Eso valdría?
-En mis compañeros...-Pensé en Kadaj y el era un niño timido y delicado... ¿Yo podría ser así? No... creo que este "amo" no quiere eso.

Me pegué a él un poco más y pasé una de mis manos por su pelo y recorrí su cuello pasando levemente por la oreja y el pecho. Sonreía aúncon el sonrojo y levemente me inclinaba hacia él. Mi mirada quería que fuera tierna y simple como antes. Y creo qeu lo lograba.
Con una mano me apoyé en la mesa y con la otra le acariciaba la cara mientras me acercaba aún más.

-¿Así bien... pro-fe-sor?-Susurré la ultima palabra muy cerca de sus labios. Mentalmente rezaba por hacerlo bien.

-Es una buena forma de comenzar, sin embargo tienes que tener en cuenta los gustos de tu amo. - En un movimiento rapido y decidido le tomó el rostro y se acercó lo que uqedaba hasta sus labios, mordiendole con un poco de fuerza.

- En efecto has elegido bien tu "fasceta" inicial. Tu sonrisa es hermosa y seductora, tus ojos sin embargos sin inocentes y los movimientos de tu cuerpo no son del todo torpes, sin embargo tienes que aprovechar las primeras instancias para conocer qué cosas pueden o no agradarle a tu amo. Aunque la regla principal en esta clase es obedecer no quiere decir que no puedas tomar la iniciativa y "sorprender de vez en cuando a tu dueño. - Le explicó con tranquilidad mientras le daba suaves caricias en el cabello.

- Desnúdate -le ordenó al oído, con una voz intencionalmente sensual.

Se mordisco fue exitante, rápido y encantador. Quería repetir pero no debía. Solo mordí mis propios labios mientras le escuchaba y asentía.
-Comprendido profe.-Dije ahora sonriendo.-No lo he hecho muy mal entonces...-Reí levemente.

Mi risa se paró al oír aquella palabra de sus labios. Aquella orden hizo que le mirara a los ojos unos segundos.
Querría ver si me desnudaba provocativamente.
-Como ordene.-Dije suavemente como si se tratara de un rol.

Primero me quité la chaqueta hacia atrás y la deje en la mesa que había tras de mi. Luego la camiseta hacia arriba y dejandola en la mesa. Todo esto, claro, sin despegarme de aquel profesor que me provocaba bastante.
-¿Así voy bien?- Pregunté en un intento de picardía. Cogí la camiseta y se la pasé por la espalda para atraerle hacia mi, pero sin rozar los labios, solo acercarme y sonreir.

Pasé mis manos lentamente por mi torso y los bajé a la abertura del pantalon. No continuaría hasta que sus ojos me siguieran dando órdenes.

Órdenes. Algo que me gusta y excita... me estaba calentando sin darme cuenta.

- No, no lo habias hecho muy mal. -le aseguró con su tono tranquilo y envolvente. Parecía no verse muy provocado pero claro, era seguramente por ser él. Un amo no estaría tan disconforme con aquella performance que hacía el chico.

-Sin embargo le estas quitando seriedad. -Dijo alzando una mano hasta sus labios donde posó tan solo uno de sus dedos, como haciendole callar- Creo que aún no has tenido clases verbales, eh... -Sonrió con algo de altanería- No digas "profe", dije que en esta clase me convertiría en tu amo, ¿O no?. -Su mirada pareció un poco amenazante, lo estaba regañando sin dudas.

-Usar la camiseta para atraerme también es un poco burdo, ¿no crees que sería mejor simplemente utilizar tus brazos? -Le miró detenerse y comprendió de inmediato. Seguramente el chico estaba entrando en calor.

Creo que esta no solo será una clase de obediencia, deben aprender a ser sensuales, a cautivar. Tus ojos son buenas armas para ello... pero no dejes que la lujuria te consuma tan pronto crio. -Dijo mirandole con descaro la entrepierna y subiendo lentamente hasta sus ojos.- Continúa, ¿que esperas? Podría tocarte un amo impaciente... y violento.

Me sonrojé al ver que era muy nobato en todo. Me daba mucha verguenza que aquel chico me superara tanto. Pero habia venido aqui a aprender y lo conseguiria.

Negué con la cabeza para mi mismo. Por lo de "profe".
-Comprendo...-Asentí firmemente sin perder la posicion en la que estábamos, era excitante estar asi y que me enseñara, al verdad.
De nuevo con lo de la camiseta había fallado.
-Pe..perdón.- Dije sin pensar. Negué muy rapidamente con la cbeza y la tiré a la misma mesa que mi vieja chaqueta verdosa.

-Entonces...- puse mis manos en su torso ahora.-...eso quiere decir que no debo ir tanto al grano. Mmh... comprendo.-Sonreí picaramente. La verdad que se me habían quitado las ideas. Pero si debía hacer sin profundizar, algo se me ocurriria.
-No quisiera que me tocara alguien así...-Dije en un suspiro que acabo en su cuello.

Mi mano derecha le acercó a mi, la izquierda apoyada en la mesa, mi cuerpo hacia adelante, ahora ya sin camiseta, y mi cabeza escondida en su cuello, lamiendo lentamente. El de aquel chico era suave.

Aquel chico estaba entendiendo bien lo que el pelimorado quería enseñarle, no era un chico pasivo eso se notaba, tampoco era del todo activo por lo que a su juicio aquella actitud un poco traviesa, un poco provocativa estaba bien.

-No es necesario que te disculpes, me basta con que te corrijas. -susurró dejandole hacer a gusto, no le molestaba en absoluto y, si el chico lo hacia de la forma correcta evidentemente iba a terminar agradado. Esperaba que a cambio al otro no le importaran demaciado los multiples vendajes que llevaba en el cuerpo.

-Nunca sabes qué clase de tipo puede llegar a comprarte. Hay unos muy buenos mentirosos. -le advirtió al oído, para despues morder el lóbulo a gusto.

-Muerde - Le ordenó dejando escapar un poco de lujuria por su parte.- Con una presión buena, que se sienta pero que no quede muy marcado. -Le indicó mientras con uno de sus brazos rodeaba su cintura pegandolo por completo contra su cuerpo.

Subí con mi mano libre por el torso de mi profesor. Llevaba un extraño vendaje pero en aquel momento no lo pensé demasiado, pensé rápidamente en alguna caída o algo parecido y seguí con lo mío.

Escuché su orden y sonreí a escondidas.-Eso si se hacerlo.-Susurré en su oído y procedí a morderle justo como había indicado.
Al parar un momento y lamer la zona mordida, hablé.
-Sé que hay mentirosos... no todos somos tan ángeles como parecemos.- No pude evitar jadear levemente con su contacto en mí.

Noté su mano atrayendome a él. Bajé mis pequeñas mordidas transformandolas en besos por el pecho, después de haberle levantado la camiseta. Subí de nuevo y le mordí por el otro lado del cuello. Mi mano libre se deslizó a sus pantalones, manoseando un poco pero sin llegar a dar muy claramente señales ni rozar cosas muy rápidamente. Quería aprender y superarme.

-Me agrada que no te consideres especificamente alguien bueno. -dijo agradado por sus manos, el brillo seductor en sus ojos lo delataba.

Sus manos se deslizaron por la espalda ajena, era suave, era tentadora. Quizás demaciado perfecta, quizás demaciado distinta a la propia. No pudo evitar el impulso:
Rasguñó la piel del chico sin compasión. A pesar de ser un chico las uñas que tenia eran lo suficientemente largas como para dejar su marca.

-Mh~ -Dejó escapar un ruido ronco de su garganta ante el deleite, amaba sentir como el cuerpo del chico se estremecía frente a su arañazo.

Le volvió a tomar, esta vez del cabello con algo de fuerza. No demaciado, no quería asustarlo (aún). Le lamió los labios, saboreandole a gusto.

-Abre la boca -quería invadirla con su lengua.

Lo siguiente que sentí fueron las manos del profesor en mi espalda dejando incluso las huellas de sus uñas en ella. Me arqueé un poco y gemí con eso. Si algo me gustaba era ser manoseado en la espalda. No pude evitar sonreír pícaramente ante aquel contacto.

Me cogió del cuello y lo lamió, algo que me hico estremecer aún más y soltar unos gimiditos más que me gustaron demasiado.

No hablé ante su nueva orden. Sólo abrí mi boca y dejé que pasara la suya, la mía le acompañó con gráciles y suaves movimientos, yo hacía lo que ella, la acariciaba mientras mi cuerpo se encendía aún más.

A penas su boca le dio permiso para entrar su lengua invadió la cavidad, recorriendola a gusto. Ambos respondian a los estimulos del otro, a los movimientos hambrientos de sus bocas. Alcanzó a apresar la lengua ajena un momento, mordiendola un poco mientras sus manos se leitaban reorriendo su torso y bajando hasta su pantalon. Rozando por encima de la tela su miembro para luego sin más introducir su mano e invadir la intimidad del chico, apoderandose de su miembro caliente. Seguramente el contacto de sus manos frias no era exactamente agradable, pero sabía que se acostumbraría. Le masturbó hasta robarle varios gemidos sin embargo se detuvo en seco.

-Creí haberte dicho que te desnudaras ¿No? -esperaba que tmabién se quitara los pantalones y toda prenda que aún quedase.

-Luego quiero ver que tan bien lo hace tu boca. -le avisó mientras con el dedo pulgar delineaba los labios del rubio.

No podía parar de gemir una y otra vez. Sus manos frías contrastando en mi mienbro caliente hacian nua senacion en mi que era demsaida placentera.
Jadeaba sin parar y casi ni me controlaba. Practicamente ni hablaba y solo actuaba a conjunto a el.

Me desnudé casi completamente, solo quedaba mi ropa interior para luego de seguir lamiendo al otro en el cuello. Me habia avalanzado sobre el.

Cuando toco mis labios sonreí, abía comprendido su mensaje.
Le bajé lentamente la cremallera y luego el pantalon para dejar ver un bulto en su ropa interior. Metí una mano por un lado y le toque muy levemente mientras ocn mi lengua mojaba sus calzonsillos.

-¿Le gusta?-Sonreí picaramente.

Le vio no dudar demaciado para hacer lo que le había pedido. En parte eso era bueno, nadie quiere andar explicando que hacer o como en momentos como esos (Bueno, nadie menos él) Pero le gustaba que el chico tuviera buenas aptitudes en lo que hacía.

-Quiero que estés desnudo, completamente -reclacó un poco molesto- O es que acaso tengo que desvestirte yo? -Se incorporó un poco para dejar al muchacho entre sus piernas. Lo miró interesado, estudiandolo, analizando sus acciones sin perderse aún en las sensaciones.

Apoyó su rostro en su mano y su brazo por ende en su pierna, no para parecer aburrido, sino porque tenia esa manía al cocentrarse. Sus dedos recorrieron sus propios labios mientras sentía las atenciones del otro por sobre su ropa interior.

-Es un buen comienzo -comentó mientras acariciaba el cabello ajeno. Era tan suave... tan hermoso, tan incitante a ser tirado y maltratado. Vaya, eso si que le ponía.

-Ahora hazlo como corresponde -Le indicó mientras levantaba la cabeza de dino y le sonreía con lujuria. Esperaba que al menos ahora terminara de desvestirse antes de continuar.

Ahora, al oir su nuevo comentario me quité los calzonsillos mientras le lamía a él los suyos, provocandolo un poco más. Aquello me encantaba así que lo hacía encantado.
Sus caricias en mi cabellos me hacían entender que iba bien y por ello seguía.

Me obligó a mirarle y bastante excitado lo hice.
Le quité completamente sus calzonsillos y comenzé a lamer superficialmente el miembro del otro. Lo cogí con mi mano derecha y con mi lengua lamí circularmente la punta. Acto seguido metí dicha punta en mi boca y la sacaba y metía muy seguidamente, mientras, con mi otra mano, hacia el mismo moviemiento en el traco.

Cada vez mi boca iba entrando mas y mas.

Tenía una sonrisa (un poco psicótica) en el rostro. Sí, en definitiva el chico no lo hacía nada de mal. Tenía un buen ritmo, una buena lengua, una buena técnica en general.

Continuó jugando con sus cabellos, incluso tirandolos de vez en cuando o enrredandolo entre sus dedos. Luego de un rato no pudo evitar el impulso de obligarlo a meterse todo su miembro de lleno en la boca. Solo esperaba que el chico no terminara con arcadas.

Lo soltó para dejarlo respirar y se entretuvo jugando con el miembro del joven que delataba cuanto gustaba mamarla. Uno de sus pies fue el intruso que comenzó a toquetear su miembro con descaro, rozandolo a la vez que le obligaba a seguir succionando su entrepierna.

-Mh... De esto no necesitas corrección, sigue haciendolo asi crio~ Se nota que sabes y que te encanta. -con un tirón un poco mas fuerte en su cabello le obligó a separarse de su miembro.

Su sonrisa me volvía loco, era como si aquello fuese a acabar con un poco de "caña". Es decir, no de golpes fuertes pero parecido.
Echaba de menos un poco de sexo así, no todo debía ser normal. Además de que, yo llevaba un nervio de uqe nos pillaran importante. Me daba morbo a la vez...
Esa mexcla me encantaba.

De golpe senti como me hacía hacia adelante y su miembro completo estaba en mi boca. Felaciones si habia hecho muchas a los largo de mi "carrera" así que sabía no provocarme yo solo con los mas grandes.

-Ah...Uhg...-Gemí un poco al notar su pie moviendose en mi miembro. Lamí esta vez la punta y alternaba en meterme un poco en la boca. También a veces miraba hacia arriba para ver en su rostros una expresión de placer, lo que me hacía seguir y seguir.

Los tirones que daba me gustaban. Así qeu sonreí con el último y más con lo que me dijo.
-Me alegro que sea así... espero aprobar... pro-fe~.-